Para este ejercicio, he elegido una pintura de Rob Goncalves, pintor canadiense de realismo mágico. Nació en Toronto, Canadá en 1959. Influenciado por Dalí pretende aunar en una imagen la realidad y la imaginación.
Esto, a mi entender, es la base de la creatividad. Puesto que sin imaginación, sin ser capaces de salir de nuestro mundo para dibujar mundos nuevos, mezclas e innovaciones, es imposible ver nuevos conceptos.
La metáfora de este cuadro es muy sencilla, el mar se disuelve en el cielo azul. Sin embargo, conlleva algunas implicaciones más sobre las que reflexionar.
Lo primero que observamos, leyendo desde la izquierda, es una escena común de una costa, con el mar azul, el cielo con nubes claras y la costa rocosa sobre la que rompen las pequeñas olas del mar calmado. Cada elemento de esta típica escena nos transmite sensaciones y sentimientos. Por ejemplo, no es una playa de arena blanca, es un paisaje rocoso, lo que da menos sensación de paz y tranquilidad, el valor universal del mar. Por esto, la paz ya no es completa, el desequilibrio producido por las rocas se acentúa cuando el paisaje se transforma en un desierto, más a la derecha. Contrapone los valores del mar y del desierto, al juntar el mar y las rocas marrones, por un lado, y al colocar un barco sobre el cielo acompañado de la bandada de gaviotas, sobre un árido desierto.
Vemos además que hay un hombre corriendo por una carretera sinuosa, hacia un horizonte incierto, y cuyo interés se centra en las gaviotas y el barco que le sobrevuelan. Las teorías sobre lo que puede pensar este hombre son variadas y nos llevan a muchas ideas filosóficas sobre la mente humana, y en concreto, sobre la creatividad. Sino ¿Qué es un barco volando sobre un desierto, si no un elemento disonante, atípico? La mente creativa debe sacar las cosas de contexto para dotarlas de un nuevo significado y una nueva utilidad. Aparte de lo meramente estético, la asociación del cielo azul con el mar azul, y de las rocas con el desierto, por semejanza cromática, esta contraposición de ideas, frecuente en la pintura surrealista, sugiere la necesidad de introducir elementos extraños dentro del universo estable para conseguir el progreso. Es decir, no rechazar las ideas por locas que sean, sino aprovecharlas e intentar darles un sentido y que hagan de ese lugar un sitio mejor.
En esta pintura, el juego de las perspectivas permite encajar planos que se observan desde diferentes posiciones. Como las figuras imposibles de Escher, se aprovecha de los tonos y colores para falsificar las estructuras y reconstruir una realidad extraña. Una realidad donde cabe un horizonte cercano y otro muy lejano sobre la misma linea de la mirada.
Asimismo, la idea de veleros voladores es muy frecuente en nuestra mitología moderna. Por ejemplo, películas como Stardust recogen esta idea siempre con intención de recuperar la magia y la aventura. En "Piratas del Caribe" recordamos que el hecho era el contrario, era el velero el que viajaba sumergido en las aguas. En cualquier caso, el hecho de sacar al barco de su medio natural, el agua, permite a la mente dispararse a pensar sobre cientos de consecuencias: ¿Qué pasa con la gravedad? ¿Los marineros pueden quedarse en la superficie del barco o flotan como globos? ¿Como maniobran para elegir el rumbo? ¿Qué hecho fantástico ha permitido que este barco vuele? Generando así una actitud positiva para la creatividad. Por eso, pienso que las pinturas surrealistas, aparte de un ejercicio de inventiva del autor, suponen un reto para el que los observa, puesto que no tienen lecturas claras y objetivas sino que son sugerencias que cada individuo procesará de forma diferente, dando lugar a la dispersión de las ideas, algo tan maravilloso que permite la variedad y la riqueza cultural.
"Rob Gonsalves, el gran pintor canadiense, nacido en la ciudad de Toronto el año 1959, posteriormente en su infancia motivado por abstracciones, desarrolla el gran sentido de la imaginación y dedica distintas facetas para dar a conocer el resultado de este interés y hacerlo publico. Una de estas facetas lo llevo a experimentar en la arquitectura, edificando con pinceles la construcción de edificios plasmados desde su mente creativa a una realidad de trazos multifacéticos de colores y formas. Lo peculiar de todo esto, es que apenas él tenía 12 años de edad.
After an introduction to Artists Dali and Tanguy, Gonsalves began his first surrealist paintings.Dalí y Tanguy, fueron sus inspiradores y Gonsalves comenzó sus primeras obras surrealistas en la pintura. Por ejemplo se empapa del realismo mágico de Magritte y de las ilusiones exactas de la perspectiva de Escher, influyen en su trabajo futuro.
La Exposición de Arte Al Aire libre de Toronto del año 1990, permite a Gonsalves se fije la dedicación a la pintura como vocación permanente. A priori, habiéndose dedicado a la arquitectura, muralismo y decorados teatrales." (http://www.suenosdeaedo.com/?page_id=3254)
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