-La motivación: de la motivación intrínseca a la extrínseca
-Memoria y asociación
-Potenciando la creatividad personal. Personalidad y proyecto de vida.
Como proceso dinámico que es, la creatividad precisa de un motor. Ese algo que significa el punto de partida, es la motivación. Es cierto que algunos procesos creativos parten de la casualidad, del azar. Por motivos no previstos se entremezclan factores, en principio extraños, que dan lugar a algo nuevo y valioso (éso es el acto creativo). Pero,
¿sería percibido si no hubiese un estado de alerta, sustentado por un motivo?
La motivación sería el "combustible" que da vida a la búsqueda. El lugar de partida. Y ese lugar puede provenir de dentro o de fuera del sujeto: ser intrínseca o extrínseca.
La motivación extrínseca: todo aquello que se nos ha ido sugiriendo por otras personas, directa o indirectamente. Por comunicación expresa o mediante normas, costrumbres, (significados sociales). El éxito, el dinero, el reconocimiento afectivo, el poder......Todos los beneficios que un logro propio pueda ofrecer, así como la exigencia por parte de otras personas o de la situación: todo ello "nos estira", nos mueve a lograr el objetivo creativo. Pero, en demasiadas ocasiones, al estar desprovisto del toque genuino de la personalidad, se torna en pura superposición, pura mezcla.
La motivación intrínseca: la que parte del interior y mueve como fuego, tiene muchas más posibilidades del tocar el hecho creativo. Parte de la necesidad de autorreconocimiento, del logro personal, de la interacción con el medio y la convicción de la propia competencia... Para Ricardo Marín “el creador tiene siempre una alta motivación intrínseca”. Ella nos lleva a buscar un poco más lejos,a ir a por lo más completo, mejor trabado, más interesante, más bello, más fácil...Es la que nos permite "ensimismarnos": estar-en-nosotros-mismos-con nuestra tarea y objetivo. Desplegar todas nuestras posibilidades para que salte la chispa creadora y permanecer ahí, activos y vigilantes, persistentes y brillantes.
Si esa actitud de estar "activo , despierto y motivado" la imbricamos, en mayor o menor grado, en la visión de nuestra propia biografía, en el proyecto personal de vida, nos situaremos en dirección a la llamada "autorrealización". Una vida vivida según unos parámetros seleccionados, dirigidos por cada uno, debe llenar lo que Frankl llama "voluntad de sentido". Pocas cosas hay más desalentadoras que la sensación de estar viviendo " la vida de otra persona", lo impuesto, lo acostrumbrado. Es la culminación del Arte: diseñar la propia vida. Moldearla con los elementos que vamos teniendo a mano o que, como parte del hecho creativo, buscamos intencionadamente. J. A. Marína lo define como " la automotivación como habilidad de la inteligencia, relacionada con la capacidad de inventar proyectos y de pensar valores."
La gran obra de Arte que supone ir creando respuestas creativas a la propia existencia, precisa de un pensamiento divergente e intuitivo. Se caracteriza por la búsqueda. Los datos proporcionados sobre el mundo y sobre uno mismo no muestran la solución (éso se daría en el pensamiento convergente). Hay que ver más allá de lo percibido. Marear la perdiz. Hacer cábalas y mirar hacia espacios no habituales.Situar los objetos en una nueva perspectiva. Y, con todo ello, llegar a un proceso de síntesis, integrando experiencias y aprendizajes anteriores. Es el "salto intuitivo" de Bruner: una nueva construcción intelectual, un descubrimiento, una realidad distinta: una creación.
¿Qué capacidades hay que poner en marcha para tamaña tarea? :
- imaginación,
- flexibilidad de pensamiento,
- memoria,
- capacidad de sorpresa,
- laboriosidad,
- sensibilidad,
- actividad metafórica,
- cierta desconexión de la pura racionalidad (al menos, temporalmente),
- capacidad de redefinir el mundo....
¿Redefinir el mundo?
Inevitablemente hay que echar mano de un gran coraje , unido a un grado mayor, si cabe, de sensibilidad. Coraje para no dejarse avasallar por los conceptos y costumbres aprendidos. El grado de estima que nos proporcione la cultura de la Verdad, será un indicador del precio que habremos de pagar por ser consecuentes.
La sensibilidad nos servirá de límites para no ir por la vida como un elefante en una cacharrería, avasallando. Somos seres sociables en último término. Lo que exige una prudencia a corde con nuestra fortaleza. La creatividad debe actuar, también, para hacer compatibles nuestro proyecto vital, único por definición, con la necesidad de situarnos en el mundo: Sociabilidad creativa, es el término.
Llegados a este punto, tenemos que echar mano de la memoria. Tanto para barajar conceptos y percepciones ya aprehendidos, (lo que dará lugar a las asociaciones de las que puede nacer la conclusión nueva, inusitada) como para apoyarse en la experiencia de las generaciones anteriores e impedir que, esas nuevas conclusiones nos aboquen al abismo. Eso anularía cualquier posibilidad de verdadera creatividad: sería la anulación del término. El entramado psicológico que nos conforma, no soporta normalmente la pagina totalmente en blanco. El árbol sin raíces, se seca. También somos (y en gran medida), Biología. Y la redefinición vital requiere, a veces, de un pulso muy fino y de una inteligencia abarcadora.
Coraje. Amor por el lujo. Autopercepción de ser único, luego dibujo exclusivo. Sin perder de vista la sociabilidad: éso le da el toque creativo, artístico. Lo otro sería un puro dejarse llevar..
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